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La política como vocación. Un estudio preliminar a cien años de distancia.

  • Foto del escritor: Félix Villegas
    Félix Villegas
  • 28 oct 2020
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 17 nov 2020

La política como vocación o ¿Cómo profesión?, es aquello que gira respecto al pensamiento weberiano en esta obra; correspondiente a uno de los trabajos de la etapa intelectual más madura de Max Weber, la cual describe las diferencias, características, beneficios e inquietudes de cómo la política puede ser analizada en el político y el científico. Gracias a los planteamientos sobre el Estado y la política, la democracia plebiscitaria, la legitimidad y dominación, el liderazgo político, son claves en el desarrollo de la “política como vocación” para comprender precisamente las cualidades que debe tener el político en el complejo ambiente de la esfera pública. (Sánchez, 2020)


Uno de los pensadores más influyentes; Maximilian Karl Emil Weber (1864-1920), fue un filósofo, jurista, politólogo, sociólogo e historiador que después de la Gran Guerra, fue miembro del círculo de fundadores del Partido Democrático Alemán, por el que incluso quiso ser candidato a la Asamblea Nacional Constituyente. Formó parte del equipo de expertos de la delegación alemana que participó dentro de las negociaciones del Tratado de Versalles, fue un personaje muy cercano a la instauración de la República de Weimar y propuso una serie de reflexiones en torno al rumbo político que debería tomar su país, expuso las cualidades que deberían tener los que tomaran las riendas del ejercicio político y buscó un lugar para que la sociedad pudiera participar dentro de la política alemana (Sánchez, 2020).


“La política como vocación” surge en una conferencia dictada por Max Weber en Múnich, el 28 de enero de 1919, ante una asociación de estudiantes universitarios llamada Freistudentischer Bund, como parte de un ciclo de conferencias que llevaba por título “Trabajo intelectual como profesión”. Esta obra nace en el contexto sociohistórico en el cual Europa se encontraba en un proceso de transición hacia un nuevo orden mundial, donde tuvo lugar la llamada en ese entonces “Guerra Fría” (primera guerra mundial), en la cual, Alemania al ser señalado como el responsable del conflicto y tras su derrota en la guerra y el Tratado de Versalles, desembocaron un panorama desalentador y desolador para sus estructuras políticas, sociales y económicas. Marx Weber comprende a “la política como vocación” gracias a los elementos clave como la democracia plebiscitaria, la legitimidad y dominación, el liderazgo político, los cuales comprenden precisamente las cualidades que debe tener el político en el complejo ambiente de la esfera pública. (Sánchez, 2020).

Gracias a la definición que Marx Weber hace de la profesión, esta se entiende como “esa especificación, especialización y combinación de capacidades de una persona y que forman el fundamento de una oportunidad continua de aprovisionamiento o de remuneración” (Weber, 2006c:104). Mientras tanto, en el sentido de la vocación, podemos entender las palabras con las que Weber cierra el texto: “Sólo quien está seguro de no doblegarse si, desde su punto de vista, el mundo es demasiado tonto o demasiado pérfido para aquello que él desea ofrecerle, sólo quien, ante todas las adversidades, sea capaz de oponer a todo ello un «sin embargo», únicamente él tiene la «vocación» para la política” (Weber, 2006a. 610)


Weber plantea que hay dos formas de hacer de la política una profesión: “O se vive “para” la política o “de” la política”. Lo que significa que algunos pueden dedicarse a la política siguiendo una vocación, mientras otros lo hacen como profesión: algunos lo hacen viviendo para ella y otros viviendo de ella. En el primer caso, se entiende que al vivir para ella, se da un sentido a la vida al dedicarla al servicio de algo elevado, ya que, quien vive “para” la política hace “de ello su vida” en un sentido íntimo: o goza simplemente con el ejercicio del poder que posee y ejerce, o alimenta su equilibrio y tranquilidad con la conciencia de haberle concedido un sentido a su vida, poniéndola al servicio de “algo”, mientras que en el segundo caso, quien vive “de” la política se coloca en un nivel más bajo, más burdo (en un nivel económico), pues depende de ella para vivir.

Entonces, la diferencia entre “el vivir para” y “el vivir de” se sitúa en un nivel mucho más grosero, en el nivel económico. Vive “de” la política como profesión quien trata de hacer de ella una fuente duradera de ingresos y vive “para” la política quien no se halla en este caso (Weber 2006a).La idea de “funcionario político” se entiende en Weber como un parteaguas para la aparición de lo que va a definir como el político ideal, por lo que nos presenta dos tipos de políticos: el que “vive para” y el que “vive de”. Weber exige del político la existencia de tres elementos que deben guiarlo:

1. La pasión (Leidenschaft)

2. El sentido de responsabilidad (Verantwortungsgefühl) y

3. El sentido de la proporción (Augenmass)


Estas tres cualidades deben estar siempre, sin faltar una sola para poder contener el principal vicio de los políticos: la vanidad, la cual hace sentir a éstos invencibles por lo que son cegados por su ego y por creer ser seres inalcanzables. Además, la falta de objetividad y de responsabilidad, así como la búsqueda del poder por el poder mismo, son características que Weber encuentra como totalmente reprobables en los políticos, por lo que se vuelve hacia uno de los temas centrales en la discusión de la política de todos los tiempos: la relación entre la ética y la política, es decir, los fundamentos éticos de la política y la relación de ésta con el poder (Stammen, 2007). El político por vocación debe ser capaz de conciliar la ética de la convicción y la ética de la responsabilidad y debe poder actuar con “pasión ardiente”, pero, al mismo tiempo, con sentido de la proporción, es decir, con la capacidad de degustar la realidad con recogimiento interior y con tranquilidad.


A pesar de que ya han pasado más 100 años desde que Max Weber falleció, se ha convertido en uno de los autores que más influencia ha ejercido en el pensamiento político contemporáneo, si bien no siempre se han comprendido correctamente los conceptos que en él aparecen, sus aportes siguen siendo estudiados y enseñados en la actualidad. Gracias a sus obras y conferencias, se logró la comprensión de la política en sentidos de profesión y vocación, además de lo que varía en cada una de ellas y como son puestas en práctica ante la sociedad.



Referencias:

Sánchez, H (2020, 5 de junio). WEBER Y LA POLÍTICA COMO VOCACIÓN. ESTUDIOS Y REFLEXIONES A CIEN AÑOS DE DISTANCIA. Jurídicas UNAM.https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/13/6032/4.pdfWeber, M. (2006a).


Politik als Beruf. En M. Weber. Politik und Gesellschaft (pp. 565 610). Editado por Daniel Lehmann. Frankfurt del Meno: Zweitausendeins.


Weber, M. (2006c). Soziologische Kategorienlehre. En M. Weber. Wirtschaft und Gesellschaft (pp. 3-229). Editado por Alexander Ulfig. Frankfurt del Meno: Zweitausendeins.


Ubicación filosófica. (s. f.). http://www.conocimientosfundamentales.unam.mx/vol2/filosofia/mapa/34maxwer. tml

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