Ciencia y Teoría Política
- Karen Solorio
- 16 sept 2020
- 3 Min. de lectura
La finalidad del presente escrito es analizar lo estipulado en la lectura “Professing Political Theory” para dar a conocer los principales retos a los que se enfrenta la ciencia política y la teoría política como profesión.
John G. Gunnell establece que los teóricos políticos no pueden mantener de forma razonable un vínculo institucional con la disciplina de la ciencia política, haciendo referencia a la teoría política como profesión y como subcampo de Timothy Kaufman-Osborn donde argumenta encontrarse a favor de la integración de ambas para así llegar a alcanzar una mayor complementariedad.
Bajo este mismo orden de ideas, Timothy indica que existe una dificultad para abordar los problemas que giran en torno a la profesión debido a que la teoría política es muy pluralista e incluso tiende a carecer de un sentido de identidad. Además, busca reivindicar un carácter intelectual distinto para establecer su independencia de la disciplina de ciencia política.
Autores como Charles Merriam percibían que la historia de la teoría reflejaba el progreso de la ciencia política y uno de los retos a los que se enfrentó dicha teoría política fue precisamente a la transformación teórica asociada a la modernidad; pues esa nueva narrativa sugirió que la crítica contemporánea reflejaba una degradación del pensamiento político. Por lo que en 1969 se señaló la necesidad de asumir la importancia de los aportes de los grandes teóricos políticos del pasado y al mismo tiempo ampliarlos con nuevas concepciones.
Se concuerda con lo que expresa el autor porque el adentrarse al mundo contemporáneo dio pie a una etapa de transformaciones importantes. Por ello, la política con el paso de los años dio lugar al surgimiento de una mayor y mejor especialización en sus objetos de estudio permitiendo la inclusión de la teoría política como historia del pensamiento. Es así que la historia de la ciencia incluido el subcampo de teoría política siempre han llevado implícito el sueño de la transformación.
De igual manera, el autor estipula que la teoría puede definirse en términos de poseer una capacidad especial para especificar lo que es políticamente correcto o justo. Sin embargo, los teóricos políticos carecen de autoridad para hacer juicios éticos debido a que no son nombrados ni reconocidos como éticos públicos, sino como actores políticos.
Cabe señalar que la ciencia refleja una forma de adquirir el conocimiento político por medio de la observación y medición basándose en marcos metodológicos, mientras que la teoría actúa como una ciencia autónoma que pretende enunciar comportamientos políticos mediante teorías dotadas de valor explicativo.
Lo anterior nos conduce a la necesidad de una reintegración de la ciencia y la teoría política, pues la primera no puede olvidar las enseñanzas fundamentales del pensamiento clásico que fueron precursoras de su origen.
Estudiar la ciencia política como profesión resulta relevante y trascendente puesto que vincula el pensamiento a través del tiempo en donde se busca entender el origen y las estructuras sociales. Así mismo, ha pasado a percibirse como una disciplina que ha llevado un largo proceso de debate, discusión e interpretación proveniente de autores, obras, enfoques y una gran diversidad de perspectivas de la época clásica que han servido como medio idóneo para su avance. De igual manera, podemos percatarnos de que a la ciencia política como profesión le corresponde estar en constante crítica y reflexión siempre teniendo en consideración las transformaciones de los sistemas políticos.
A partir de lo planteado, se puede observar que se trata de dos actividades cognoscitivas independientes pues la ciencia política se basa en el conocimiento empírico y observación de los hechos mientras que la teoría capta problemas que aquejan al mundo y articula argumentos de posibles soluciones. Sin embargo, guardan una correlación pues ambas son necesarias para comprender muchos de los dilemas que plantea la actual sociedad. Para ello se hace absolutamente imprescindible el combinar aspectos clásicos y contemporáneos para mantener una proyección hacia el futuro contemplando los retos y desafíos que puedan suscitarse.
Referencias:
Gunnell, J. G. (2010). Professing Political Theory . Obtenido de SAGE: file:///C:/Users/Samsung/Downloads/Professing%20Political%20Theory%20(2).pdf
P., G. A. (16 de septiembre de 2010). Ciencia Política y Teoría Política . Obtenido de Grupo de Estudios en Ciencia Política y Administración Pública: http://gecipap.blogspot.com/2010/09/ciencia-politica-y-teoria-politica.html
Suárez-Íñiguez, E. (s.f.). Folosofía, Teoría y Ciencia Política . Obtenido de Revistas UNAM: file:///C:/Users/Samsung/Downloads/37271-91740-1-PB.pdf
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